En este artículo abordaremos uno de los temas más recurrentes relacionados con las bombillas LED: su vida útil. Nos parece un tema “delicado” debido a que la opinión general de los usuarios difiere mucho, yendo desde los que tienen una absoluta fe en la información ofrecida por los fabricantes hasta los que muestran un completo escepticismo y ven la “excesiva” duración de la iluminación LED únicamente como un argumento de venta sin un fundamento real.
Cuál es la vida útil de una bombilla LED

Vamos a intentar arrojar un poco de luz al respecto, aportando datos concretos, para despejar las posibles dudas que hay al respecto de la vida útil de los LED. Como en todos los aspectos, la clave es disponer de información fiable y contrastada para llegar a una conclusión realista y lo más objetiva posible. ¡Vamos a ello!
Sumario
A diferencia de otras tecnologías de iluminación, como la incandescente o la halógena, la vida útil de una bombilla LED no lo marca el momento en que esta se funde y deja de lucir. Una bombilla LED de calidad no dejará de emitir luz durante su vida útil, sino que irá perdiendo intensidad con el tiempo debido al desgaste normal de sus componentes. Una vez que ha perdido el 30% de su intensidad inicial, un porcentaje apreciable por el ojo humano, es cuando se considera que ha llegado al final de su vida útil.

El nivel de la vida útil de una luz LED se expresa mediante la letra L seguido de una cifra, esta última indicará el nivel de intensidad a la que se espera que brille la bombilla LED transcurrido un determinado tiempo. Veamos el siguiente ejemplo de un producto real de Philips:
Luminaria FlexBlend, montaje en superficie
Mantenimiento lumínico con una vida útil media de 50.000 h. = L85
Mantenimiento lumínico con una vida útil media de 100.000 h. = L75
La primera línea indica que a las 50.000 horas de funcionamiento se espera que la intensidad lumínica de los LED sea del 85%, mientras que la segunda línea indica que a las 100.000 horas de funcionamiento se espera que sea todavía del 75%.
Hay que especificar que los datos mostrados en este ejemplo son teóricos, basados en pruebas realizadas en laboratorio en condiciones controladas y estables para garantizar la máxima duración de las luces LED.
Cuando se empezó a aplicar la tecnología LED a la iluminación cada fabricante utilizaba unos criterios propios para evaluar la duración de sus productos, esto hacía que la comparación entre los productos de diferentes fabricantes fuese prácticamente imposible. Actualmente existen protocolos normalizados, adaptados por los principales fabricantes, para que los resultados obtenidos sean comparables.
Debido a la larga vida útil de las bombillas LED no es operativo realizar pruebas de duración hasta su depreciación lumínica real (-30% de su intensidad), eso implicaría mantenerlas continuamente encendidas durante muchos años. Por ello, en la normativa, se utiliza una muestra representativa de cada producto (100, 500, 1.000… unidades), se las prueba durante un mínimo de 6.000 horas seguidas (más de 8 meses) y se les realizan revisiones cada 1.000 horas. De esta manera se obtienen resultados fiables, y comparables entre fabricantes, de la duración promedio y del índice de fallos de cada producto. Para calcular periodos de tiempo más largos se utilizan protocolos estandarizados de extrapolación.
Los sistemas de prueba adaptados por los principales fabricantes de LEDs son:
- LM-80 que se utiliza para calcular la vida útil de luces LED individualmente.
- LM-84 que se utiliza para calcular la vida útil de luminarias LED completas.
- TM-21 y TM-28 son protocolos normalizados de estimación de la depreciación lumínica a largo plazo en base a los resultados obtenidos en las pruebas LM-80 y LM-84.
Los datos de estas pruebas se realizan en entornos controlados ideales, a una temperatura constante, libres de vibraciones, de contaminación, de cambios de humedad y de radiación solar, circunstancias que no se suelen dar en los emplazamientos reales donde se van a utilizar los productos y que hacen que la vida útil real de los LED sea inferior a la obtenida en las pruebas. Aún así las lámparas LED son, con enorme diferencia, la fuente de luz de mayor duración desarrollada hasta la fecha.
A pesar de su enorme eficiencia y longevidad las bombillas LED pueden fundirse, aunque esto dependerá mucho de la calidad de los componentes utilizados en su fabricación. Como es lógico un LED de baja calidad durará menos y tendrá una tasa de fallos más elevada que otro fabricado con exhaustivos protocolos de control y materiales de alta calidad. Por ello es conveniente desconfiar de los productos “chollo” que por un bajo precio ofrecen las mismas características, e incluso mejores, que las de fabricantes reconocidos y con una larga trayectoria en el mundo de la iluminación.
Alta temperatura
Una luz LED genera menos calor que otras tecnologías y lo hace en la cara posterior del diodo, por ello un calor excesivo, provocado por un diseño deficiente del disipador, reduce enormemente la vida útil de los LED y la calidad de la luz que emiten (intensidad, temperatura de color).
Cambios de intensidad
Los LED necesitan una tensión eléctrica constante. Las sobrecargas y los picos de intensidad dañan los diodos y provocan una disminución de su vida útil.
Condiciones externas
Las condiciones a las que se vea sometida una lámpara LED influirán en su duración. Cambios bruscos de temperatura, humedad, vibraciones, golpes o radiación solar limitarán su vida útil pudiendo incluso llegar a fundirlos.

Defectos de fabricación
La calidad de los componentes semiconductores y de los procesos de fabricación utilizados influyen en la vida de las bombillas LED y no solamente los empleados en los diodos sino en toda la electrónica que acompaña al LED.
Uso inadecuado
No es lo mismo el uso de una bombilla LED en una vivienda que en un centro comercial. Las lámparas LED profesionales están diseñadas para garantizar su correcto funcionamiento en grandes redes durante muchas horas al día.
Philips fabrica tecnología de iluminación fiable y de alta calidad desde 1891, no en vano es la marca líder en iluminación LED a nivel mundial. Las gamas de bombillas CorePro LED Bulb, Master Value LED Bulb y Master Ultraefficient son el resultado de más de 130 años de constante innovación en el sector de la iluminación.